El hombre solo podría cumplir 30 años de prisión. Archivo.El hombre solo podría cumplir 30 años de prisión. Archivo.

Es considerado como uno de los crímenes más espeluznante del siglo XXI en Nicaragua, que esta la fecha es un referente en temas de sangre, herencia, atrocidad y muerte, que dejó la codicia todo por una herencia, y que al final el criminal con lo único que se quedó fue con una colchoneta en una fría celda.

Esta historia basada en la vida real aconteció en el barrio Los Ángeles de Managua, el 26 de marzo de 2015, el antagonista fue Nahún Bravo, quien segado por la ambición mató a sus padres y su hermana, para supuestamente quedarse con toda la herencia,

Desde pequeño a Nahúm nunca le faltó nada, su padre Santos Bravo, era un hombre humilde que trabajada arduamente, y poco a poco fue ahorrando dinero, incluso se habla que su patrimonio a la hora de su muerte rondaba más del millón de dólares, en negocios, propiedades y cuenta bancaria.

Volviendo con Nahúm, con las comodidades que le daba sus padres, se volvió un holgazán, manejaba una motocicleta Honda, y manejaba raudo por las calles, le gustaban las cervezas caras, la buena vida, pero no le gustaba trabajar, mucho menos estudiar.

La esposa de Nahúm también se vio implicada, Archivo.
La esposa de Nahúm también se vio implicada, Archivo.

Desde joven le gusta “la plata”, el dinero fácil, por eso el 23 de marzo de 2015, el sujeto en cuestión, ya con una edad de 25 años, le había pedido dinero a su padre, seguro para seguir en su “bacanal”, pero el señor se lo negó, y esto al parecer le provocó mucho enojo a Nahúm, por el cual pudo comenzar a idear el plan para matar a su familia y quedarse de una vez por todas con la herencia,

Fue entonces que el 25 de marzo de ese mismo año, en plena Semana Santa, que comenzó aquellos famosos asesinatos que no solo estremecieron a sus vecinos, sino que a toda Nicaragua.

Ese día don Santos Bravo salió de su casa temprano, como todos los días a comprar unas cuajadas, no iba a demorar, entonces Nahúm después de asegurarse que su papá no estaba, entró a la casa y se encontró con su hermana Leticia.

Esperó que se descuidara y la tomó del brazo, le tapó la boca, le ordenó a su compinche Jairo Ugarte, alias “El Pelón”, que buscara una navaja en la cocina y la matara.

Fue entonces que “El Pelón” apuñaló más de cuarenta veces a Leticia, provocándole una laceración hepática, pulmonar y una hemorragia masiva. Cuando ya estaba muerta, arrastraron el cuerpo hasta la cocina.

Posterior cuando su padre regresó de comprar las cuajadas, “El Pelón” y Nahum lo estaban esperando. El primero con un bate de aluminio color azul, el segundo con un tubo que había sobrado de una construcción.

Acabó con su padre, madrastra y su media hermana. Archivo
Acabó con su padre, madrastra y su media hermana. Archivo

Nahum lo tomó por sorpresa de la espalda y le realizó una llave conocida como ‘El Popo’. Jairo Josué aprovechó y lanzó varios batazos en la cabeza: en principio no acertó y hasta lo golpeó en varias ocasiones a su compañero en el codo. No se rindió hasta que acertó. Luego de confirmar que su padre estaba muerto, revisó su ropa y robó de la cartera US$80.

Alrededor de las cinco de la tarde, llegó a la casa Rosibel Murillo, la madrastra. Los dos amigos la mataron de la misma forma: a tubazos. “La mujer a la que Nahum mató fue quien se preocupó por él y por su hermana cuando eran chiquitos, cuando los dejó su madre. Ella alistaba sus comidas para llevar a la escuela, les planchaba, les cocinaba”, contó un familiar.

Tres días después de los asesinatos, los familiares de Murillo empezaron a notar la ausencia de sus parientes. Nahum se apresuró a decir que habían viajado a un departamento ubicado a 110 kilómetros de la capital.

El hombre solo podría cumplir 30 años en prisión. Archivo.
El hombre solo podría cumplir 30 años en prisión. Archivo.

Sin embargo los cuerpos habían sido enterrados en una fosa que se usaba para cambiar aceite de carro, donde los habían tapado con abundante tierra, pero el olor fétido lo delató y los vecinos llamaron a la policía. Así encontraron los tres cuerpos.

Antes de concluir el juicio en su contra Nahum, este decidió hablar. Y entonces, con la misma frialdad que mostró durante el juicio y sin trastabillar, narró cómo planeó y ejecutó las muertes.

Nahúm fue condenado 68 años de prisión, y Jairo Ugarte fue sentenciado a 30 años en la cárcel. Este triple crimen aún se encuentra en la memoria de muchos nicaragüenses, que es recordado cómo la avaricia puede segar a un hombre, al punto de cometer atrocidad contra su propia familia.

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