El calor, problemas de salud o algún susto, pudieron ser uno de estos motivos que privaron de la vida de forma repentina a un empresario leonés este viernes en la ciudad universitaria de Nicaragua, y es que de un aparente infarto al miocardio cayó fulminado, el transportista de la ciudad de León, Juan Molina de unos 42 años.
Algunos testigos de este lamentable suceso, comentaron que Molina, se encontraba cerca a la gasolinera de la terminal de buses de León, cuando de pronto empezó a sentir mareos, dolor en el pecho y ganas de vomitar, hasta que minutos después, falleció.
Al sitio se presentó un equipo de investigación de la Policía, junto al médico forense para iniciar con las investigaciones. Horas después se descartó mano criminal.
El hombre, habitante del barrio San Felipe de la Ciudad Universitaria, era el propietario de un autobús que cubre la ruta León-Chinandega y de la cual era el cobrador.